El
23 de febrero de 1964 la Junta de Gobierno de la Hermandad del
Santísimo Cristo de la Buena Muerte adquiere la imagen de una
dolorosa en el taller de Castillo Lastrucci. Esta imagen fue
regalada por los miembros de la Junta de Gobierno que terminaban
mandato. La Hermandad le escribe el 6 de febrero de 1964 al
imaginero sevillano comentándole que desearían comprar una Virgen
dolorosa ya realizada; éste le contesta unos días más tarde
confirmándoles que tenía una. El costo fue de 12.000 pesetas,
dándose a cuenta 4.000. Según los datos obtenidos creemos que
la imagen adquirida por la Hermandad de la Buena Muerte fue
tallada por Castillo Lastrucci a finales de 1958 y regalada
por Adolfo Arenas Castillo, nieto del imaginero, a una Hermandad
sevillana el 28 de Febrero de 1959. Pero a finales de 1963 esta
Hermandad al no darle culto decide devolvérsela a Castillo.
Fue bendecida
el 28 de mayo de 1964, festividad del Corpus Christi, en la
iglesia de la Victoria por el Excelentísimo y Reverendísimo
Señor Don José María Cirarda Lachiondo, Obispo Vicario en Jerez.
En 1967 procesiona por primera vez. La posición de la cabeza
es frontal, de mirada perdida y hacia abajo, los ojos son de
cristal y las pestañas postizas, las lágrimas se distribuyen
en el número de dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda,
aunque en la restauración que sufrió se le cambió la posición
de éstas. La boca está entreabierta y son visibles los dientes
superiores tallados. Las manos están extendidas. Es imagen de
candelero, con ocho listones que parten desde la cintura y mide
1,70 m. de altura; destaca por su belleza serena y dulce como
su advocación indica. La restauración realizada por José Guerra
Carretero en abril de 1980, le cambió bastante su fisonomía
y le quitó rasgos del imaginero sevillano.
En
su salida procesional lleva corona de plata de ley sobredorada
ejecutada en 1965 por el taller de Villarreal. En 1993 le fue
donado un fajín del General Don Luis Alonso Jiménez.
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