Así es como titulaba unos de sus últimos
artículos nuestro obispo D. Juan del Río,
y que bien podrá servir para todos los rumores,
“dimes y diretes”, insultos, etc…
que están surgiendo tras la destitución
como capataz de D. Jesús Manuel Sánchez
Lineros.
Hablo en mi nombre, y nunca en el de Jesús,
(que bien se que no le gustará esto que estoy
haciendo por no ser amigos de indiscreción),
porque me parece totalmente injusto todo lo comentado
en estas ultimas fechas, por una serie de “personajes”
escondidos tras un “nick” que se suben al
carro de la victoria cuando la guerra ya esta ganada
y que hasta hace unas semanas o meses eran incluso capaces
de mirarle a la cara, saludarlo e incluso darle la mano
hasta que ya se han enterado de su destitución.
Como si se hubieran quitado un peso de encima.
Jesús puede ser de los cofrades menos conocidos
y más discretos que conozco. Será tal
vez por su humildad, por su saber estar, o porque realmente
la incultura cofrade de esta ciudad no permita ver más
halla de unos héroes de plastilina que lo son
todo por ser costalero de no se donde, hermano de no
se que hermandad, no reprimirse ante algún medio
de comunicación o por se uno de lo pistoleros
más rápidos en esto de los chats.
Pero la paradoja de todo esto viene cuando todas estas
personas idolatradas (por meritos propios en muchos
casos), no han parado de llamar y dar ánimos
a Jesús en estos días. He sido testigo
in-situ de las llamadas de los capataces, costaleros,
hermanos mayores, vestidores, etc,.. más prestigiosos,
preocupándose por su estado de animo. Para mi
esto es señal inequívoca de que los que
más pueden entender de esto de las cofradías
aprecian y quieren a Jesús; será por algo….
Pero si de una costa estoy triste, es de que por culpa
de una desavenencia de una persona hacia Jesús
y nunca de Jesús a esa persona, repito, y nunca
de Jesús a esa persona,(y ni mucho menos enfrentamiento
alguno como ya publican algunos medios) se le tenga
que destituir de su puesto de capataz. Pero lo más
grave no queda aquí, sino que esta/s persona/s
sean capaz de influir tanto en otras para que su plan
valla cogiendo más fuerza, y ya el remate, que
el resto de la junta de gobierno (mayoría en
ese momento) se abstenga y no den un golpe en la mesa.
Aquí ya no queda en entredicho la imagen del
capataz sino la de la propia hermandad, que resulta
aún peor.
Por eso desde aquí me tomo la libertad de defender
a mi amigo y hermano Jesús, persona trabajadora,
amigo de sus amigos, fiel, leal y tan integra como para
se capaz de reconocer errores y pedir perdón
a personas que pudiera haber hecho daño en un
pasado y que ha día de hoy aun le siguen mantienen
un odio, (si y digo bien, un odio) tan atroz.
Puede sonar a que me ciega la amistad o incluso a peloteo,
pensarán otros, pero las ultimas muestras de
cariño de mucha gente hacia Jesús me han
hecho pensar que, ¿porque solo van a tener el
derecho a hablar lo demás? En definitiva, tenia
un compromiso personal de contar la verdad de cómo
es Jesús, lo que lo quieren los demás
y que todo lo que puedan oír por ahí,
no sea del todo cierto.